El lenguaje infantil que solo al corazón entiende. A flor de piel, sin reglas ni prejuicios, los latidos mandan; son impulsos primarios dificiles de reprimir y tan sinceros como el más natural de los instintos. Los juegos más inocentes muestran una realidad escondida, aún ignorada, un simple brote de lo que será la afectividad madura. LLegarán los que se burlen y se escandalicen... la vieja historia del descubrimiento y la represión. Todo empieza así. Un verano cualquiera.
4 comentarios:
Oh, Ternurita! Me hizo recordar viejos tiempos...
Muy, muy bonito.
sweet!
El lenguaje infantil que solo al corazón entiende. A flor de piel, sin reglas ni prejuicios, los latidos mandan; son impulsos primarios dificiles de reprimir y tan sinceros como el más natural de los instintos. Los juegos más inocentes muestran una realidad escondida, aún ignorada, un simple brote de lo que será la afectividad madura. LLegarán los que se burlen y se escandalicen... la vieja historia del descubrimiento y la represión. Todo empieza así. Un verano cualquiera.
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